EE.UU. restringe la ganancia de función

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Orden ejecutiva de Trump para mejorar la seguridad en la investigación biológica

El 5 de mayo de 2025, el presidente Donald J. Trump firmó una Orden Ejecutiva destinada a mejorar la seguridad y la protección de la investigación biológica en los Estados Unidos, con un enfoque particular en frenar los riesgos asociados con la peligrosa investigación de ganancia de función. Esta acción decisiva aborda la antigua preocupación sobre el potencial de incidentes relacionados con los laboratorios que amenaza la salud pública, la protección y la seguridad nacional, al tiempo que garantiza que la innovación estadounidense en biotecnología siga siendo sólida. La orden introduce medidas estrictas para regular la financiación federal, mejorar la supervisión y salvaguardar a la nación de las amenazas biológicas, marcando un cambio significativo en la política estadounidense hacia la investigación de alto riesgo.

Fin de la financiación federal de la investigación de alto riesgo en el extranjero

Una de las piedras angulares de la Orden Ejecutiva es el cese de la financiación federal de investigaciones peligrosas de ganancia de función realizadas en países considerados problemáticos, como China e Irán, así como en naciones con una supervisión inadecuada de la investigación. La investigación sobre la ganancia de función, que implica la manipulación de patógenos para aumentar su transmisibilidad o virulencia, ha sido objeto de un intenso escrutinio, en particular tras su papel en los orígenes de la pandemia de COVID-19 y la orden se centra específicamente en la financiación de la investigación que podría contribuir a pandemias, citando ejemplos anteriores como el trabajo realizado por la Alianza EcoHealth y el Instituto de Virología de Wuhan sobre coronavirus de murciélagos. Al cesar el apoyo federal a tales proyectos en jurisdicciones de alto riesgo, la administración pretende mitigar la posibilidad de otra fuga catastrófica de laboratorio que podría poner en peligro vidas estadounidenses.

La orden también faculta a las agencias de investigación estadounidenses para identificar y detener la financiación de cualquier investigación biológica -nacional o extranjera- que suponga una amenaza para la salud pública o la seguridad nacional. Esta postura proactiva refleja un compromiso más amplio de dar prioridad a la seguridad de los ciudadanos estadounidenses frente a la continuación de experimentos potencialmente peligrosos. La administración argumenta que las políticas de la era Biden, incluida la Política del Gobierno de los Estados Unidos para la Supervisión de la Investigación de Doble Uso Preocupante y Patógenos con Potencial Pandémico Reforzado (DURC/PEPP) de 2024, se basaban demasiado en la autoinformación y carecían de salvaguardias aplicables, lo que permitía que la investigación de riesgo persistiera sin control.

Reforzar la supervisión y la transparencia en casa

En el ámbito nacional, la Orden Ejecutiva pone en pausa la investigación con patógenos infecciosos y toxinas que puedan poner en peligro la seguridad pública hasta que se desarrolle una política más sólida, transparente y aplicable. Con esta pausa se pretende hacer frente a décadas de supervisión laxa, en las que los investigadores se han aprovechado de interpretaciones subjetivas de las normas de bioseguridad para eludir el escrutinio. La orden manda al Director de la Oficina de Política Científica y Tecnológica (OSTP) y al Asesor de Seguridad Nacional (NSA) que colaboren con los organismos de financiación para elaborar una nueva política en un plazo de 120 días. A diferencia de los marcos anteriores, esta política incluirá mecanismos de aplicación estrictos y requisitos de información reforzados para evitar lagunas y garantizar la rendición de cuentas.

La administración subraya que estas medidas no reprimirán la innovación, sino que pretenden fomentar un entorno de investigación más seguro. Mediante la aplicación de un control exhaustivo de la síntesis de ácidos nucleicos y el seguimiento de la investigación no financiada por el gobierno federal, la orden pretende cerrar las lagunas de supervisión que pudieran permitir la realización de experimentos peligrosos sin control. En un plazo de 180 días, la OSTP, en coordinación con otras agencias, se encargará de desarrollar una estrategia para regular y limitar la investigación de alto riesgo en todos los sectores, reforzando aún más las defensas de la nación contra las amenazas biológicas.

En resumen

La nueva política pondría fin al apoyo a la investigación sobre la ganancia de función realizada en países problemáticos, entre ellos China, e impondría nuevas restricciones a la investigación dentro de Estados Unidos. La orden ejecutiva también pide al gobierno que desarrolle una estrategia para supervisar las investigaciones potencialmente peligrosas que se lleven a cabo sin fondos federales dentro de Estados Unidos.

«Es un día histórico», declaró el Dr. Jay Bhattacharya, director de los Institutos Nacionales de Salud.

«Es una locura pensar que toda esta pesadilla fue probablemente el resultado de unos científicos que se metieron con la madre naturaleza en un laboratorio con tecnología», dijo el Dr. Marty Makary, comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos.

https://www.whitehouse.gov/fact-sheets/2025/05/fact-sheet-president-donald-j-trump-achieves-improved-safety-and-security-of-biological-research

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