En la escuela Carl Anton Henschel de Kassel se están desarrollando escenas que nadie en Alemania debería creer posibles.
Esto ya ocurrió en 2018, y desde luego no va a mejorar.
Los niños alemanes ya no se sienten seguros allí. Una niña informa de que las condiciones recuerdan más a un polvorín que a un lugar seguro para aprender.
En 2017, Yara era la única alumna germanoparlante de su clase en la Carl-Anton-Henschel-Schule. El 95% de los alumnos de primer curso eran inmigrantes; las reuniones de padres requerían intérpretes de turco.
Yara se sintió aislada, empezó a hablar mal alemán y sufrió dolores de estómago. Lo que está ocurriendo aquí es una bofetada a todos los padres que quieren que sus hijos tengan un entorno seguro. Las escuelas deben ser lugares de educación, no de miedo.
Vídeo de 2018
Otro ejemplo procede de Gransee
Horror en una escuela de inmigrantes: Niña alemana torturada durante meses
La violencia, el terror psicológico y el acoso similar a la tortura son una triste parte de la vida cotidiana de muchos niños alemanes en escuelas gestionadas por extranjeros. Ahora ha salido a la luz otro caso en Gransee.
En diciembre de 2023, una niña de ocho años sufrió graves abusos en el aseo de una escuela. Las autoras: tres alumnas sirias. Taparon la boca y la nariz de la joven alemana, le cortaron un mechón de pelo en la parte superior de la cabeza y la amenazaron con «sacarle los ojos» o prender fuego a la casa de sus padres si contaba a alguien la agresión.
Las niñas refugiadas también insultaron a la niña de ocho años llamándole «patata de mierda». El acoso se prolongó durante meses.
Escandaloso: La dirección del colegio documentó los incidentes, pero no tomó ninguna medida. Simplemente se aconsejó a los padres que cambiaran de colegio, cosa que hicieron más tarde. La policía y la fiscalía tampoco intervinieron. Todas las investigaciones y procedimientos se archivaron porque las niñas sirias eran menores de edad penal. No se enfrentan a ninguna consecuencia. La víctima sigue sufriendo miedo y traumas.
El calvario ha llegado a su fin en la nueva escuela. La proporción de extranjeros allí es insignificante, mientras que los inmigrantes representan más del 40% de los alumnos de la escuela agresora.
Sin embargo, a medida que prosigue el cambio poblacional, estos oasis corren el riesgo de ser cada vez más escasos, mientras que las escuelas para inmigrantes como la de Gransee se están convirtiendo en la norma.





