Un estudio llamado «Project Scan 2000» se anuncia actualmente en la escena de la iluminación alternativa. A continuación figura un extracto de la descripción del estudio.
Hipótesis de trabajo y objetivo del estudio «Scan 2000» es un estudio de ciencia ciudadana, tal y como lo conocemos por «La hora de los pájaros del jardín». Esto significa que el estudio se realiza con la ayuda de personas normales y no está organizado por la industria farmacéutica, los científicos o los médicos. Se podría decir que es ciencia participativa. Para que esto funcione, el sistema de prueba tiene que ser sencillo y la recogida de datos tiene que estar automatizada y estandarizada para que cualquier persona normal pueda llevarla a cabo. Nosotros (Holger Reißner, la Dra. Stefanie Merse y la Dra. Sabine Stebel) hemos unido nuestros esfuerzos para estimar los niveles de inmunoglobulina G (IgG) de la población de la región DACH con el fin de poder calcular el porcentaje de posibles daños de la vacuna. Estos sistemas se han utilizado en la plandemia en centros de análisis, médicos y farmacias para las pruebas rápidas de COVID y, por lo tanto, son sistemas de medición aceptados y validados por la OMS, que ya los ha utilizado para sus fines. Ahora estamos utilizando estos dispositivos para nuestros fines educativos. El principio es similar al que aprendimos en la escuela cuando descomponíamos la tinta del papel secante en sus componentes. También conocemos el principio de las pruebas de embarazo y los tests corona. Al cabo de cierto tiempo, el aparato reconoce una señal que puede leer automáticamente de forma cualitativa según las unidades BAU».
Pregunta: ¿Puede esta prueba estimar realmente el porcentaje de daño potencial de la vacuna? La respuesta a esta pregunta es «no», ya que se dan los siguientes hechos:
Los hechos:
1. nunca se ha aislado y caracterizado bioquímicamente el SARS-CoV-2. Por lo tanto, las afirmaciones sobre las propiedades de la proteína spike, que se supone que es un componente del SARS-CoV-2, son puramente hipotéticas.
2. La tecnología del m-ARN es objeto de investigación desde hace más de 30 años. Nunca se ha autorizado ninguna vacunación porque la tecnología no funciona. Por lo tanto, la afirmación de que las personas vacunadas producen proteínas de espiga es puramente hipotética.
3. se utiliza una prueba basada en el principio de las pruebas corona. Dado que los anticuerpos específicos son sólo un concepto modelo, estas pruebas deben someterse a un examen crítico.
4. se anuncia un aparato autorizado por la OMS. ¿Es realmente la OMS una autoridad al servicio del bien de los ciudadanos?
Conclusiones: ¿Hasta qué punto son creíbles los resultados de este proyecto con respecto a los hechos enumerados? Toda vacunación es veneno para el organismo y no genera «inmunidad», ya que los agentes patógenos que causan enfermedades sólo se basan en suposiciones hipotéticas. Por tanto, hay que analizar críticamente el sentido o el sinsentido de todas las vacunaciones.
Encontrará más información sobre este y otros temas en la plataforma científica NEXT LEVEL – Wissen neu gedacht.