El Expediente COVID: Pruebas de una operación militar global

El Expediente COVID: Pruebas de una operación militar global- 2

Las investigadoras independientes Debbie Lerman y Sasha Latypova han compilado un dossier en el que presentan pruebas de que la pandemia COVID-19 no fue un acontecimiento de salud pública, sino una operación mundial coordinada por los servicios militares y de inteligencia.

Argumentan que esta operación fue orquestada a través de alianzas militares y de inteligencia público-privadas, incluida la OTAN, y que se invocaron marcos legales diseñados para ataques con armas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares (QBRN).

Los documentos filtrados muestran que la respuesta fue acorde con un plan de biodefensa, para un ataque de guerra biológica en el que se libera un patógeno con la intención de matar a muchas personas, no para un evento de salud pública por un brote natural. En Estados Unidos, los casos de salud pública son gestionados por el HHS (Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos). En esta ocasión, el HHS fue sustituido y la respuesta a la pandemia fue dirigida por el Consejo de Seguridad Nacional, el órgano que asesora al presidente en asuntos militares y de inteligencia.

El 4 de febrero de 2020 se produjeron dos acontecimientos. El Secretario del HHS de EE.UU. emitió dos declaraciones para emergencias QBRN (químicas, biológicas, nucleares o radiológicas). Éstas implicaban la Autorización de Uso de Emergencia (EUA) y la Ley PREP, una indemnización legal que protege a los implicados en el uso de contramedidas EUA. La EUA permite el despliegue de contramedidas contra armas de destrucción masiva sin la supervisión reglamentaria habitual, ya que se considera que la amenaza urgente es mayor que cualquier riesgo potencial de las contramedidas. La declaración de Emergencia de Salud Pública de la Ley PREP iniciada ese día se ha renovado repetidamente y permanecerá en vigor hasta el 31 de diciembre de 2029.

El mismo día se involucró el Departamento de Defensa de EE.UU.; un ejecutivo farmacéutico informó haber recibido una llamada del DoD, que afirmaba que el recién descubierto virus Sars-2 suponía una amenaza para la seguridad nacional. Esto ocurrió cuando había menos de una docena de casos confirmados y cero muertes en los EE.UU..

El dossier documenta además que todo esto fue paralelo en muchos otros países, lo que indica que no hubo una gestión nacional, ya antes de que se produjera la pandemia. Se ofrecen detalles sobre los organismos militares y de inteligencia que supervisaron la respuesta a la COVID-19 en Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Canadá, Países Bajos, Alemania e Italia, y se identifican las entidades responsables de la censura y la propaganda, así como los altos mandos militares o de inteligencia que desempeñaron funciones de liderazgo en la operación. También hay una sección en la que se describen las alianzas multinacionales centradas en la biodefensa y el bioterrorismo, que proporcionan marcos para responder a un ataque bioterrorista o con armas biológicas. La investigación pone de relieve las conexiones con los órganos de gobierno mundiales, como la UE y la ONU/OMS, a través de los cuales se coordinó la respuesta, y con alianzas como la OTAN.

Llamamiento a la acción:

Lerman y Latypova afirman que la respuesta al COVID-19 se basó en marcos jurídicos concebidos para situaciones de biodefensa y guerra biológica. Argumentan que el paradigma de «encierro hasta la vacuna» se originó en planes militares/contraterroristas, no en estrategias de salud pública. En cambio, creen que se trató de un esfuerzo coordinado para inducir el pánico entre la población y lograr la conformidad con las operaciones de biodefensa, que culminó con la inyección de productos de ARNm no regulados, tratados legalmente como contramedidas militares de biodefensa (MCM).

Los investigadores hacen un llamamiento a los científicos, a los denunciantes de irregularidades y a cualquiera que disponga de información relevante para que den un paso al frente y ayuden a construir la imagen completa de los acontecimientos que comenzaron a principios de 2020. Instan a centrarse en los aspectos militares, de inteligencia, de biodefensa y de coordinación global del COVID-19.

Escuche a Neil Oliver entrevistando a los investigadores.

Siga leyendo:
https://sashalatypova.substack.com/p/the-covid-dossier-a-record-of-military

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