Las pruebas PCR, consideradas una de las herramientas de diagnóstico clave durante la pandemia de coronavirus, han sido criticadas no sólo por su susceptibilidad al error, sino también por su papel como base de medidas políticas y sociales de gran alcance que han puesto en entredicho los derechos fundamentales de los ciudadanos. Para gestionar mejor futuras crisis sanitarias, es necesario abordar y corregir el uso indebido de estas pruebas. Teniendo esto en cuenta, recientemente se ha presentado una moción en el parlamento provincial del Tirol del Sur que aborda precisamente esta cuestión.
Durante la pandemia, la vigilancia de la propagación del SRAS-CoV-2 fue el centro de los esfuerzos mundiales. Las pruebas PCR se presentaron como casi infalibles, pero su uso fue criticado desde el principio. Una cuestión clave era el problema de los denominados «falsos positivos» que podían derivarse del método. Críticos como Torsten Engelbrecht y Konstantin Demeter ya habían señalado los puntos débiles de estas pruebas en plataformas como Rubikon y OffGuardian en 2020.
El método PCR se basa en la reacción en cadena de la polimerasa, en la que se amplifican muestras de ADN. Como el SARS-CoV-2 es un virus ARN, primero debe convertirse en ADN complementario. Un parámetro decisivo en este procedimiento es el denominado valor CT (umbral de ciclos), que indica cuántos ciclos se realizan antes de que una prueba se considere positiva. Sin embargo, los valores CT elevados pueden dar lugar a resultados falsos positivos, ya que también pueden detectar trazas mínimas del virus que son clínicamente irrelevantes.
En enero de 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que los resultados de pruebas con valores de CT elevados no son fiables y, por tanto, no deben servir de base para el diagnóstico. La OMS también recomendó que los laboratorios indicaran el valor del CT en los resultados de sus pruebas. A pesar de estas directrices, muchos laboratorios siguen sin cumplirlas, lo que pasa desapercibido tanto para el público como para los responsables políticos.
En una moción presentada ante el parlamento provincial del Tirol del Sur, Renate Holzeisen, abogada y diputada, pedía que se obligara a los laboratorios a revelar el valor del CT y el producto de la prueba PCR utilizado en los resultados de las pruebas. Sin esta información, el valor informativo de las pruebas se ve gravemente limitado y no debe utilizarse como base para medidas políticas o médicas.
La importancia de este requisito radica en que una prueba aplicada de forma científicamente inadecuada puede dar lugar a resultados falsos. Estos «falsos positivos» no sólo son irrelevantes para la evaluación de una infección real, sino que también pueden tener consecuencias fatales: A menudo se han decidido medidas políticas como el bloqueo o la vacunación obligatoria basándose en estos resultados. La introducción de las vacunas Covid-19 también estuvo estrechamente vinculada a los resultados de las pruebas. Los críticos sostienen que la falta de fiabilidad de los resultados de las pruebas contribuyó significativamente a la imagen oficial de la pandemia.
Un ejemplo especialmente controvertido es el protocolo de PCR de Corman-Drosten de 2020, que establecía un recuento de ciclos de hasta 45 y, por tanto, daba lugar a un elevado número de falsos positivos. Científicos como Ulrike Kämmerer y Michael Yeadon criticaron duramente este procedimiento y lo acusaron de carecer de base científica. Sin embargo, constituyó una base esencial para la declaración de la pandemia por la OMS el 30 de enero de 2020 y para numerosas medidas políticas en todo el mundo.
Aunque se sabía que una prueba PCR no es fiable sin un examen clínico, se siguió presentando como una herramienta indispensable. Esto provocó una considerable pérdida de confianza en las autoridades sanitarias y sus medidas. En su moción, Holzeisen hizo hincapié en la necesidad de transparencia en la realización de las pruebas. Es inaceptable que los laboratorios sigan ofreciendo resultados inexactos sin revelar información básica como el valor del CT.
Los responsables políticos europeos y las autoridades sanitarias nacionales están llamados a aprender de estos errores y garantizar que los diagnósticos sean científicamente sólidos. Sólo mediante la transparencia y la normalización podrán gestionarse futuras pandemias sin restricciones innecesarias de los derechos civiles.
El debate sobre el uso indebido de las pruebas PCR muestra claramente lo importante que es atenerse a las normas científicas y basar las decisiones políticas en fundamentos fiables. La moción del parlamento provincial del Tirol del Sur representa un paso importante para abordar estos problemas y restablecer la confianza en las medidas de salud pública. Sin embargo, mientras no se aclaren del todo estas cuestiones, persiste el riesgo de repetir errores similares en futuras crisis.
Fuente:
Parlamento del Tirol del Sur: Propuesta de resolución nº 216/25-XVII – 17 de enero de 2025
Imagen de Tietel: www.rtl.de