Numerosos grupos y asociaciones, así como padres preocupados, cuestionan el calendario de vacunas obligatorias en Francia, cada vez más amplio. Lea su carta abierta al Ministro de Sanidad.
En Francia, el país de Pasteur, la obligación de vacunarse es una tradición. La vacunación contra la viruela se hizo obligatoria en 1902 y se suprimió cuando se erradicó la enfermedad en 1984. Sin embargo, la difteria (1938), el tétanos (1940), la tuberculosis (1950, suspendida en 2007) y la poliomielitis (1964) se han añadido desde entonces a la lista de inyecciones obligatorias.
Desde enero de 2018, además de la DTP, la lista de vacunas obligatorias se ha ampliado para incluir la tos ferina, el sarampión, las paperas, la rubéola, la hepatitis B, las infecciones invasivas por Haemophilus influenzae tipo b, el neumococo y el meningococo grupo C.
Ahora, desde el 1 de enero, se ha ampliado la cobertura de vacunación de los niños. De este modo se ampliará la cobertura de vacunación a todas las cepas responsables de la meningitis: meningocócica A, B, W e Y, además de la C.
Hoy en día, los bebés en Francia deben recibir 22 dosis de vacunas antes de los 2 años. Se trata de un aumento considerable con respecto a la generación de sus padres y, en algunos casos, incluso con respecto a sus hermanos mayores.
Muchos en los círculos científicos, médicos y de padres cuestionan los riesgos para los bebés de un número tan elevado de vacunas en un periodo tan corto. El sistema inmunitario de los bebés es inmaduro, pero tienen que responder a un número importante de virus inyectados. También está ampliamente aceptado que sus cerebros en desarrollo son más vulnerables a fármacos y toxinas que el cerebro adulto. Aunque la barrera hematoencefálica esté presente y sea funcional al principio de la vida del feto, su resistencia sólo aumenta gradualmente durante el embarazo y el periodo neonatal.
Las vacunas no sólo contienen virus, sino también adyuvantes de aluminio, además de otras neurotoxinas conocidas como el formaldehído. ¿Cuáles son los efectos de estos productos inyectados repetidamente y a intervalos tan cortos durante los primeros meses de vida de un bebé? ¿Cuáles son los riesgos de una acumulación excesiva de estas sustancias en el organismo a corto, medio y largo plazo? Son muchas las preguntas que por el momento siguen sin respuesta definitiva.
Dado que el número de vacunas obligatorias ha aumentado considerablemente en los últimos años, los padres franceses esperan naturalmente que las autoridades sanitarias, los pediatras y los médicos generalistas vigilen con especial atención los efectos de este aumento en la salud de los bebés. Les gustaría saber: ¿hay un aumento de los efectos secundarios y cuál es su gravedad? ¿Dónde están los estudios sobre el «efecto cóctel» de tantas vacunas administradas a intervalos muy cortos? La seguridad de estas vacunas ya no puede estudiarse por separado. Ahora hay que estudiar el calendario de vacunación acumulativo. Sin embargo, la comunicación sobre estas cuestiones por parte de las autoridades sanitarias es casi inexistente, lo que crea una situación preocupante para los padres.
Desde esta perspectiva, el nuevo calendario de vacunación parece extrañamente experimental. En este breve fragmento de vídeo de un seminario web celebrado el 8 de octubre de 2024, el doctor E. Grimprel, catedrático de pediatría y miembro del Consejo Superior de Salud Pública de Francia, destaca el carácter supuestamente transitorio de la obligación de vacunación en Francia y la esperanza de no tener que recurrir a estos mandatos en el futuro.
En los numerosos países sin obligación de vacunación, como Austria, Chipre, Dinamarca, España, Estonia, Finlandia, Irlanda, Islandia, Lituania, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos y Suecia, este punto puede resultar chocante. ¿Cómo se puede obligar a los padres a vacunar a sus recién nacidos con numerosos productos farmacéuticos, sin que se hayan realizado estudios científicos exhaustivos y a largo plazo sobre sus interacciones farmacodinámicas? ¿Dónde están los estudios que pueden tranquilizar a los padres que ahora se ven obligados a participar en este experimento a escala real?
Los numerosos países que no imponen vacunas obligatorias nos llevan a una pregunta perfectamente lógica: ¿Por qué es necesario imponer un calendario de vacunas obligatorio en Francia? ¿No es hora de poner fin a esto? ¿Por qué los franceses no pueden decidir cuándo y con qué vacunar a sus hijos, de acuerdo con su médico, como ya hacen tantos otros ciudadanos europeos?
El colectivo Parents & Citoyens France y muchos otros grupos, asociaciones y médicos, que representan a más de 300.000 miembros, plantearon precisamente estas preguntas en una carta abierta dirigida al Ministro de Sanidad en diciembre de 2024. Al revisar los beneficios y riesgos de cada vacuna incluida actualmente en el calendario de vacunación, demuestran los puntos débiles de la solución de «todas las vacunas» aplicada actualmente en Francia y piden que se supriman todos los mandatos de vacunación. Su carta se publicó en Internet y fue descargada 8.348 veces durante su campaña. Muchos ciudadanos y grupos preocupados por esta obligación enviaron la carta por correo postal al Ministro de Sanidad y por correo electrónico a los parlamentarios. Parents & Citoyens France nos ha permitido volver a publicarla aquí. El breve vídeo siguiente presenta brevemente su reivindicación.