Por miedo a que alguien se abalanzara sobre la multitud, los padres de Freilassing (Baviera) protegieron un acto escolar con sus propios coches. Bloquearon las carreteras de acceso, actuando como una especie de barrera antiterrorista. Preocupados por la posibilidad de un atentado terrorista, los padres de Freilassing protegieron la jornada de actividades de la escuela primaria, que se celebraba en la zona peatonal de la localidad, colocando sus vehículos en las entradas. Según Heute, había unos 600 niños en la zona peatonal y los padres bloquearon las vías de acceso para asegurarse de que nadie pudiera conducir hacia la multitud. La escuela les había pedido previamente que utilizaran sus coches como improvisadas barreras antiterroristas.
«Simplemente nos pidieron que bloqueáramos las carreteras, porque de lo contrario este evento para nuestros hijos no habría podido celebrarse», explicó una madre a Servus TV. La escuela había consultado con la oficina de orden público de la ciudad y había decidido esta «solución pragmática». En una circular, se pedía a los padres que se ofrecieran voluntarios. «Desde nuestro punto de vista, fue una buena solución. Casi todos los padres se lo tomaron con mucha calma, y los niños ni se enteraron», declaró el director del colegio, Johannes Zeitel, al Passauer Neue Presse. Alabó el hecho de que un número suficiente de padres se ofrecieran voluntarios rápidamente. «Si hubiera habido seis coches de policía allí, sin duda habría influido de otra manera en el ambiente del acto».
A raíz de los informes sobre la actividad, también se criticó que los padres, en lugar de la ciudad o la policía, hubieran asumido la responsabilidad de la seguridad del acto. Sin embargo, el director rechazó estas críticas en sus comentarios al Passauer Neue Presse. Afirmó que nunca se había hablado de «terror» o de una amenaza concreta. Los coches, dijo, pretendían servir tanto al «sentido subjetivo como objetivo de la seguridad».





